Las piezas recién quemadas en arcilla blanca y roja son sometidas a una abrasión con lija y luego comienza el pintado, una etapa sumamente cuidadosa, donde no puede haber ni menos ni más pintura, para que la pieza resulte hermosa y armónica.
Usar colores no es simple, pues, son importantes las marcas, los tipos de esmaltes, los colores apropiados y el ejercicio de pintado a mano. Cada objeto puede resultar una joyita si el color es el adecuado y si el oficio es excelente.
